Mi nuevo yo

Yo: No tengas miedo.Somos como una sola persona.

Edward: Para siempre.



Sentí sus labios fríos rn mi cuello, de repente sentí un dolor incontolable, como si todo mi cuerpo estuviese en llamas, pero decidí aguatar el dolor para que el no sufriera. Para mí los minutos pasaban cómo si fuesen horas.



Edward: Cariño, espera llamaré a mi padre, te pondrás bien, ¡¿qué he hecho?!. Papá, ven al bosque que hay detrás de mi instituto. He cometido el error más grande de toda mi existencia.



Intenté hablarle, pero el dolor era más fuerte que yo. De pronto escuché el ruido de un coche.



Padre:¿Qué le pasa a esa chica Edward?

Edward: Es mi novia, me dejé llevar y...y...¡Lo siento no debería haberlo hecho!

Padre: No se mueve, son tus decisiones Edward, yo no puedo interferir en ellas.

Edward: Lo sé.



Abrí los ojos, ese dolor ya no estaba, me sentí aliviada con más fuerzas, pero aún así sentía quemazón en mi garganta.



Yo: Edward, ¿por qué noto una quemazón en mi garganta?

Edward: ¡Ya estás bien! Esa quemazón es sed, te llevaré a cazar.

Padre: Iré con vosotros tengo curiosidad por ver como caza un neonato.

Yo:Pero y qué pasa con el instituto y con mi madre, ¿quién se lo va a explicar?

Edward: Lo vamos a solucionar, tengo que pensar cómo lo vamos a hacer, y tengo que presentarte a mi familia.

Yo: Está bien, mmm que bien huele ¿qué es?

Edward:A ver.



Empezó a olisquear en el aire.



Edward: Es un alce, tenemos suerte, te dejaré que seas la primera.

Yo: Está bien.



Divisé al alce, estaba a unos diez metros de mí, empezé a correr, tenía una velocidad estupenda.

Me agaché y salté encima de él con todas mis ganas le mordí en el cuello y empezé a sorber la sangre,



Padre:Increible, con qué gracialidad lo ha hecho.



Nunca han utilizado la palabra gracialidad conmigo.



Edward:Claudia te llevaré a mi casa allí podras verte en un espejo y conocer a mi familia.

Yo: Vale

















Esta soy yo ahora.

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