Yo:Sabes, creo que prefiero quedarme aquí, contigo.
Edward:Soy demasiado peligroso para mantenerme cerca de tí, tu y tu olor sois como una droga para mi, sois exactamente mi marca de eroína.
Yo: Te quiero Edward, al principio no sabía lo que sentía por tí, pero ahora ya lo sé, estoy enamorada de tí Edward.
Edward: Yo también, te quiero, y haré lo que sea para protegerte.
Me acerqué a él para besarle, pero se retiró tan rápidamente que no me dió tiempo a respirar.
Yo:¿Por qué te alejas?
Edward:Te haría daño, ¿es que sigues sin entenderlo? me acabaras volviendo loco, aunque ya lo esté por tí. No sabes cuánto tiempo llevo esperandote, si llego a saber que existes hubiese ido en tu búsqueda.
Yo: Lo entiendo Edward, pero yo te quiero a tí y siempre lo haré.
De pronto me abrumó la realidad de mis palabras y sin darme cuenta empezé a llorar, Edward me secó una lágrima de mi mejilla con su mano fría y dura como el mármol, pero a la vez suave.
Edward:No llores mi vida, eres lo único que me importa ahora.
Yo:Edward...
Edward: ¿Sí?
Yo: Quiero ser como tú, sueño con ello.
Edward:¿Sueñas con convertirte en un monstruo?
Yo: No, sueño con estar contigo, para siempre.
Edward: Pero, y si no puedo parar, y si te mato.
Yo:No lo haras, te lo he dicho muchas veces confío en ti.
Edward: Pero...
Yo: Nada de peros... AHORA.
Edward:¿Ahora?
Yo: Sí.
Se inclinó hacia mi y puso sus labios contra mi cuello.